Gestión emocional con adolescentes en el confinamiento

El estado de pandemia en el que nos estamos viendo inmersos hace que aflore en nosotros diversas emociones relacionadas en su mayoría de veces con estados de ansiedad desagradables para todos. Estos estados emocionales se ven alimentados por la situación de incertidumbre que vivimos así como por la avalancha de información diaria que inunda nuestras mentes de manera continua.
Esta situación no es diferente cuando hablamos de adolescentes ya que ellos sienten los mismos sentimientos de miedo, enfado, tristeza, sensación de encierro, frustración, ansiedad, aburrimiento… Todo esto afecta día a día en nuestros hogares donde en estos momentos convivimos personas de diferentes edades y a las cuales la situación le afecta de manera diversa según cómo lo afronte o las características personales de cada uno.
A continuación os dejamos algunas indicaciones tanto para el buen funcionamiento familiar como para el mejor bienestar del propio adolescente.
En primer lugar, las pautas principales que debemos aplicar como familia con miembros adolescentes son las siguientes:
– Establecer normas de convivencia en las que participe el núcleo familiar, es importante para su cumplimiento que no sea una imposición si no, en la medida de lo posible, sean una negociación. Es conveniente también que se especifiquen lo máximo posible para que no den lugar a confusión.
– Compartir las tareas domésticas entre todas las personas de la familia atendiendo a su edad entre estas tareas encontramos por ejemplo las relativas a la limpieza del hogar, preparación de la mesa para las comidas, poner la lavadora…
– Respetar el espacio de cada uno, es fundamental aprender que habrá días que resulten más complicados para algunos y necesitará su espacio para regularse emocionalmente hablando. Es conveniente fomentar la expresión emocional tanto de ellos como del resto de personas que conviváis en casa haciendo ver que todos tenemos en algún momento sentimientos encontramos o desagradables que nos inundan y que escapan de nuestro control o que no entendemos.
– Fomentar actividades conjuntas como por ejemplo cualquier juego de mesa, visionado de películas o series. Con esto se busca fomentar la relación familiar y evitar que nuestros adolescentes no salgan en todo el día de sus habitaciones.
Respecto a las indicaciones que deben seguir los adolescentes para que consigan una mayor estabilidad emocional y bienestar en la medida de lo posible es recomendable que siga las siguientes indicaciones:
– El día debe estar dividido, aunque no en partes iguales, entre tareas escolares, tareas de ocio, ejercicio físico, responsabilidades en el hogar y actividades familiares.
– Para una mejor organización es conveniente que las tareas académicas se dividan en los diferentes días de los que dispone.
– Mantener los horarios de dormir, es muy importante que aunque se modifiquen un poco madrugando menos se respete una rutina del sueño para que se vea lo menos interferido el descanso y así se consigan los demás objetivos diarios.
– Respetar unos hábitos alimenticios equilibrados ya que la ingesta masiva de alimentos no saludables puede fomentar sentimientos como la tristeza o ansiedad.
– Llevar todos los días rutinas de higiene y no estar siempre con el pijama.
– Mantener contacto con nuestros amigos y aprovechar todos los medios que la tecnología nos pone a nuestro alcance.
– Aceptar que a veces nos inundarán emociones desagradables como la ansiedad o la tristeza por la situación. Intentar en la medida de lo posible trabajar estas emociones y, en el caso de no poder por nosotros mismos, pedir ayuda a nuestra familia o a un profesional si fuera necesario.
Esta pandemia nos lleva a situaciones complejas donde debe primar la comunicación y el respeto del prójimo sin olvidar que nuestro día a día debe estar organizado con una rutina que, aunque debe ser más flexible que de normal, nos ayudará a llevar una normalización de la situación y hará que nuestros días se pasen de manera más agradable y más productiva, todo esto mejorará por ende nuestros estados emocionales.