La primavera influye en mi estado de ánimo. ¿Verdad o tópico?

La primavera llega con el equinoccio de primavera y llega a su fin con el solsticio de verano. Este año el 20 de Marzo entrabamos en la estación, que como dice el refrán la sangre altera. Y, ¿será verdad el refrán de que la primavera la sangre altera?
Con la primavera llegan cambios meteorológicos, el cambio de hora; que provoca más horas de luz y sol, etc. Con estos cambios hay aspectos neurológicos que se ven afectados como son el ritmo circadiano o reloj biológico, la exposición a más luz o sol y la consecuente adaptación a nuevos horarios hace que el cuerpo nos proporcione un mayor nivel de vitamina D y se generen cambios en nuestro sistema hormonal.
El ritmo circadiano o reloj bilógico es el sistema que nos permite sincronizarnos con los ritmos ambientes que poseen entre 20 y 28 horas. Su función es determinar los patrones de sueño y alimentación, y regular el sistema hormonal, la regeneración celular o la actividad cerebral. En el caso de que este ritmo falle puede generar trastornos del comportamiento como puede ser: problemas en el sueño, cansancio excesivo, aumento de despistes, depresión, etc.
El cambio de hora y el aumento de la luz solar durante la primavera, hace que se estimulen diferentes áreas del cerebro implicadas en el estado de ánimo de la persona. Nos tenemos que readaptar a los cambios de luz, temperatura, etc. Esta readaptación provoca cambios a nivel neuronal y hormonal, haciendo que segreguemos más vitamina D y más serotonina. La serotonina nos provoca un estado de ánimo más eufórico y hace que inhibamos más las emociones de ira, asco y odio. Por tanto, nos podemos sentir más felices, pero estos cambios no son iguales para todas las personas, un cambio a nivel neuronal o hormonal, también puede provocar que nos baje el nivel de serotonina y por tanto nos sintamos más apáticos o tristes.
Otro cambio que nos puede afectar es el deseo de la llegada del buen tiempo y con esto el las expectativas de poder hacer más actividades o sentirnos mejor. Esta autoobligación de estar más contentos porque es lo que en teoría se debe sentir, provoca en algunas personas el efecto contrario y hacen que se sientan más tristes.
Estas características y algunas más pueden provocar en algunas personas el llamado Trastorno Afectivo Estacional que se caracteriza por padecer algunos síntomas depresivos como son cansancio, labilidad emocional, apatía, irritabilidad, también se pueden notar menos capaces de hacer cosas y con menos autoestima.
Por lo tanto, que la primavera la sangre altera es cierto pero no en todos los casos. Hay personas a las que este cambio estacional les puede afectar de una manera negativa creándoles un malestar. A las personas que padezcan este malestar les aconsejamos que vuelvan a realizar actividades positivas para ellos, que hagan ejercicio, implante una dieta rica en vitaminas y un patrón de sueño regularizado. Si ven que su malestar se alarga en el tiempo y no mejoran su estado de ánimo que acudan a un psicólogo.