Los duelos por las mascotas

Poco se habla de estos duelos, al igual, que poco se habla de otros duelos como el duelo perinatal, del que hablaremos más adelante. Pocos son los pacientes que llegan a consulta por este tema porque muchas personas creen que por una mascota no se debe hacer duelo. Y se equivocan totalmente. En la gran mayoría de los casos, consideramos a nuestras mascotas como miembros de nuestra familia, y con esto se comparten muchas cosas con ellos y se tienen muchas vivencias. Con las mascotas se crea un vínculo emocional muy fuerte por el cariño y cuidado que muchos de ellos dan a sus dueños. Cuando una mascota enferma y muere o cuando de repente muere, se inicia un duelo porque perdemos a un leal amigo y compañero y se puede crearse el mismo malestar emocional que cuando fallece algún familiar.
Pueden llegar a tener problemas para conciliar el sueño, perturbación en los patrones de alimentación o hábitos cotidianos por la tristeza, padecer una gran tristeza, tener una sensación de vacío en determinadas situaciones, etc. Por ello os dejo algunos consejos para que podáis entender como os sentís y que podéis hacer para aliviar un poco ese malestar.
• No permitáis que nadie os juzgue por estar mal por el duelo por vuestra mascota porque sólo vosotros sabréis que rol cumplía ese animal en vuestra casa.
• Habla sobre cómo te sientes, como lo recuerdas, que cosas hacíais, etc.
• Destierra pensamientos de culpabilidad si le habéis practicado la eutanasia porque si la decisión final fue esa, fue seguramente consensuada y aconsejada por un profesional veterinario. Valora si lo quieres llevar tu al veterinario ese día o si quieres que alguien lo haga por ti o si te quieres quedar allí mientras lo adormecen porque probablemente sea una situación desagradable y aunque te sientas mal, la decisión que tomes será la mejor para la mascota y no hará falta que pases el mal trago de llevarlo o quedarte en el veterinario.
• Despídete. Crea un ritual de despedida con la mascota si lo necesitas, guarda sus cosas, haz lo que sientas para poder recordarlo después de su muerte con cariño y no con dolor.
• Acepta las emociones negativas o dolorosas que te llegan, acabas de perder a tu mascota, que era parte de tu familia, tu amigo, compañero, etc.
• Si hay niños, hay que decirles la verdad sin contarles demasiados detalles. Dejar que ellos se despidan, les escriban cartas, dibujos, acordar algún ritual para que ellos también puedan entender lo que va a pasar y como se van a sentir. Normalizar esas emociones que ellos puedan sentir y no comprendan también será muy importante.
• Reubicar todo lo que antes se hacía con la mascota o por la mascota. La hora de su paseo, pasar cerca de algún parque, etc. Hay que rellenar esos huecos con otras actividades placenteras o reforzantes para la persona pero hay que darse tiempo para que poco a poco asimiles la perdida.
• ¿Tener otra mascota?: depende mucho de la persona y de la situación pero es aconsejable que te des un tiempo y sientes todas las emociones que se han despertado con la pérdida de tu mascota.
• Si la tristeza y malestar perdura busca ayuda profesional.