¿Cómo nos puede afectar la ansiedad?

La ansiedad es una reacción fisiológica del organismo en el que participan varios mecanismos de defensa para afrontar una situación que se percibe como amenazante o de demanda incrementada. Cuando esta respuesta natural se da muchas veces en un período no muy prolongado se produce una sobrecarga de tensión que repercute en el organismo humano y provoca la aparición de enfermedades y anomalías patológicas que impiden el normal desarrollo y funcionamiento del cuerpo humano.
La ansiedad suele ser el desencadenante en las personas que se sienten estresadas. Es un problema psicosomático, que comienza afectando a la mente pero acaba afectando muchos órganos del cuerpo, produciendo taquicardia, dolor de estómago, colon irritable, problemas de sueño, alimentación, etc.
Se habla de 3 etapas en la respuesta a la ansiedad:
- Alarma: el cuerpo reconoce el estrés y se prepara para la acción, ya sea para agredir o para huir de un peligro. Las glándulas endocrinas liberan hormonas que aumentan los latidos del corazón y el ritmo respiratorio, dilatan las pupilas y hacen más lenta la digestión.
- Resistencia: el cuerpo repara cualquier daño causado por la reacción de alarma pero si la ansiedad continúa, el cuerpo permanece alerta y no puede reparar los daños.
- Agotamiento: si continúa la resistencia, el cuerpo entra en la fase de agotamiento, aquí se pueden producir las alteraciones por el estrés continuado.
Estas alteraciones pueden ser:
- A nivel físico: agotamiento de las reservas de energía del cuerpo, jaquecas, dolor de cara y espalda, asma, úlceras pépticas, hipertensión, estrés premenstrual, trastornos de la piel (picores, cosquilleo, sarpullido y granos), presión arterial alta, crujir los dientes, problemas digestivos, catarros, cambios de peso, dolores de cabeza, estomago oprimido y abuso de alcohol y sustancias.
- A nivel emocional y mental: dificultades para conciliar y mantener el sueño, dificultades de concentración, pensamientos de tipo obsesivo, ideas repetidas, irritabilidad, olvidos, temores irracionales, cambio de temperamento, hiperactividad, soledad, pesadillas, ideas de culpa y preocupación excesiva.
Cuando se presenta la ansiedad o alguno de los síntomas arriba expuesto hay que identificar cuando y como se presentan los síntomas y con ayuda de un profesional buscar la solución adecuada para cada persona. Muchas veces queremos hacerlo por nosotros mismos pero debemos saber identificar bien la ansiedad y el porqué de esta y esto es mucho más fácil hacerlo con ayuda de un profesional en salud mental.
Hay personas que con tomarse un descanso en el trabajo, unas mini vacaciones o cambiar de dieta y empezar una más saludables y practicar un poco de ejercicio de manera regular vuelven a su estado normal de ansiedad pero hay otras que necesitan ser asesoradas por diferentes especialistas.