Todo empieza cuando un día tienes una falta en la menstruación y llega esa gran emoción de descubrir qué vais a ser papás de un niño o niña precioso. Llega el día que ese bebe llega al mundo y junto a él nace la ilusión de que siempre se va a portar bien pero se junta con la difícil tarea de la educación.
A partir de aquí empiezan a surgir muchas dudas de cómo me tengo que comportar con mi hijo, que hago si responde con un “NO” a todo, si no quiere vestirse con la ropa adecuada para ir al colegio, si tiene miedo a la oscuridad o al agua, si le aterra hablar con gente será porque es tímido o habrá algún otro problema, sí coge cosas del supermercado sin que yo pueda evitarlo, si tiene 5 años y continua haciéndose pipi en la cama y muchos otros problemas que se presentan en el día a día.
La educación se convierte en un arte que los papás tienen que dominar y estos son algunos consejos para que les sea más fácil esta tarea. Modificar un comportamiento que no guste no es fácil, así que hay que saber cuál es el comportamiento que hay que modificar, si hay más de un problema enfocarlos de uno en uno y ser constante en el método que elijamos.
Tener una buena comunicación con el niño y hacerle saber lo que se espera que haga y como. Asegurarse que el niño le ha entendido bien.
Intentar modificar los comportamientos con técnicas positivas: elogios, recompensas por muy pequeños que sean sus logros.
Existen muchos métodos para modificar conductas que no gustan: ignorar determinadas conductas, técnica del disco rayado, castigos, sobrecorrección, mandar al rincón, tiempo fuera de juego, etc. Tenemos que elegir un método, saber bien como hay que aplicarlo y ser constantes en el.
Hacer gráficos para que los niños y los papás puede ser una bueno para ver los progresos o contabilizar puntos para una posible recompensa.
Aprender a escuchar a los hijos, enseñarles cómo relajarse y que aprendan a confiar en sus papás y saber expresar como se sienten en cada momento.
El día a día puede ser muy pesado si estos problemas cada vez son más comunes y más graves, con pequeñas modificaciones se pueden ver grandes cambios. Un profesional puede identificar antes cuál es el problema y cuál podría ser la posible solución, así que no dudes en pedir ayuda.